INTERNET, UN DERECHO FUNDAMENTAL EN COLOMBIA
Internet, un derecho fundamental
Recientes estudios indican que las Tecnologías de la Información y la Comunicación han crecido a ritmos superiores al 8 por ciento anual.
El año pasado fracasó la iniciativa de considerar como precepto constitucional el derecho a Internet.
Nosotros pensamos que debe volverse a presentar, pero que nuestros legisladores tienen que esgrimir otros argumentos más contundentes para que el Congreso de la República considere elevar a norma constitucional el derecho al acceso a Internet.
Una de las preguntas que nace es por qué las redes sociales, que han servido tanto en los últimos tiempos en el país para motivar o apoyar diferentes causas, no se activaron para respaldar la iniciativa en cuestión y que murió lánguidamente en el Parlamento colombiano.
Creemos que la manera en que fue sustentado el Acto Legislativo provocó poco entusiasmo: “¿Para qué intentar convertir Internet en un derecho fundamental alegando que es un mecanismo libre que ayuda a consolidar la libertad de expresión?”, dice una matrona de Valledupar. Eso por sabido se calla.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son hoy el eje transversal de la vida de todas las comunidades, debido a ellas el mundo desarrollado está entrando en la denominada sociedad del conocimiento.
Y decimos el mundo desarrollado, porque nosotros apenas estamos entrando en la sociedad de la información, que es la antesala a dicha fase del crecimiento, cual es que cualquier individuo de la Tierra tenga acceso a la información y conocimiento preexistente y existente, y pueda apropiarlo para su beneficio.
Es de las diferencias en el acceso a la información y el conocimiento que nace el concepto de brecha cognitiva, acuñado por la Unesco, que va más allá de la tan cacareada brecha digital que alude, simplemente, a el acceso a la infraestructura de las TIC.
Ahora bien, podrían decirnos que sí había reparos en considerar un derecho fundamental el acceso a Internet, por los altos costos que tendría que asumir el Estado para llevar la red a una ignota vereda del Amazonas, por ejemplo, saldría mucho más oneroso el considerar el acceso a las TIC, una norma constitucional.
La inversión en TIC se revierte con mayores incrementos en el PIB, como lo demuestran varios estudios.
Las TIC aumentan la productividad y por ende contribuyen a mejorar muchos otros indicadores económicos.
Por si fuera poco ese dato, recientes estudios indican que las TIC han crecido a ritmos superiores al 8 por ciento anual, por encima de la tasa nacional, contribuyendo de manera significativa a los buenos números de nuestra economía y al crecimiento que ha tenido nuestro PIB en los últimos años.
Debemos anotar que el acceso a Internet es el pináculo para llegar las TIC, así que volver precepto constitucional el acceso a Internet es, prácticamente, un impulso al desarrollo y acceso a las TIC.
Ahora bien, ¿qué son las TIC? Se denomina así a los productores de bienes y servicios para telecomunicaciones, los fabricantes de hardware y a los creadores de software; los medios de comunicación, incluido Internet y quienes producen contenidos para los medios.
Es por todo lo anterior que nos agradó la separación que hizo Guillermo Santos Calderón, en su columna, y dijo: TIC (Tecnologías, Información y Comunicaciones).
Las TIC aglutinan a un variopinto grupo de empresas que están identificadas, porque todas sirven para ayudar en los procesos de información, comunicación o de adquisición de conocimientos y, todas, hoy en día, trabajan en la red. Además, por su peso específico en la economía de las naciones, son el eje transversal del aparato productivo de cualquier país y del mundo entero.
Colombia necesita invertir más en TIC, y no es, simplemente, dejar el tema a las condiciones del mercado. Hoy, el acceso a las TIC implica y genera más desarrollo, más productividad, mayor inclusión social y fortalecimiento de la democracia.
Volver norma constitucional el acceso a Internet o las TIC podría permitirle al Estado figuras imaginativas para llevar dicho servicio a todos los colombianos. Verbigracia, la alianza pública-privada de Londres para ofrecer WiFi ‘gratis’ en toda la ciudad, ad portas de los Juegos Olímpicos.
Ahí están Sucre Digital, Castilla La Nueva, Bucaramanga y el proyecto CM3, en el Magdalena Medio, como ejemplos de fórmulas diferentes para llevarles Internet a todos los colombianos.
Nicola Stornelli García
Gestor del Puerto Digital de Valledupar y de Cesar Digital
Publicacion Original en: http://www.portafolio.co/opinion/internet-un-derecho-fundamental
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