'Internet destruye la libertad del ser humano
Robert Redeker: Estuvo en Colombia el filósofo francés, amenazado de muerte hace 8 años por fanáticos islamistas.
En septiembre del 2006, el filósofo francés Robert Rederke publicó en el diario conservador 'Le Figaro' un escrito en el que criticaba al profeta Mahoma y al Corán, que le costó la condena a muerte del islamismo más radical. Desde entonces se esconde.
Esta semana Redeker, un pensador que en su país es calificado de ‘reaccionario’, estuvo en Colombia para presentar, en la Feria del Libro, su último trabajo, Egobody, una crítica sin contemplaciones a ciertos aspectos del rumbo que está tomando el ser humano contemporáneo.
¿En qué terminaron las amenazas de muerte que le hicieron los musulmanes por una opinión que usted publicó en un medio francés? ¿Todavía tiene que estar escondido?
Sí. En Francia tengo protección policial desde el año 2006. Por fortuna, en esta visita a Colombia no se hace necesaria. Es la primera vez que estoy liberado de ella desde que ocurrió todo ese episodio. El Ministerio del Interior autorizó mi viaje diciéndome que no hay necesidad de protección en Colombia.
Una paradoja muy grande…
Sí. Es una inversión de la seguridad.
¿De dónde surgió ese concepto: ‘egobody’?
Es un término de alguna manera extraño, pues está compuesto de ego, que es el Yo en latín, y body, la palabra anglosajona que determina el cuerpo. Pero no se trata del cuerpo como elemento milenario, sino este nuevo cuerpo fabricado a partir de conceptos modernos, que vinculan los medios, las nuevas formas de alimentación, todos los temas numéricos. Así que es la construcción de palabras que encontré para describir esta nueva forma de ser humano a la que me refiero. Hasta hace un siglo la identidad estaba vinculada al alma, y hoy, por primera vez en la humanidad, el concepto de la identidad está vinculado al cuerpo. Los hombres hoy consideramos que nuestra identidad es nuestro cuerpo.
Usted dice que hoy “se deteriora la noción de pecado”. En un mundo donde el cuerpo se des-anima, pierde el alma y la sustituye por el ego, ¿dónde queda la sexualidad?
En una sociedad posterior al concepto del pecado, una sociedad donde el pecado era la matriz del deseo, la sexualidad se vuelve mecánica, como ocurre, por ejemplo, en la pornografía. Ya lo que existe es la relación directa entre cuerpos y ha desaparecido el concepto del alma y la sensualidad dentro del universo sexual.
Por ejemplo, yo creo que el viagra es muy representativo de esto que estoy diciendo. Es un elemento que produce lo necesario para que haya sexualidad, sin que necesariamente haya deseo. El viagra nos convierte en máquinas. Hacemos el amor sin deseo.
¿Por qué dice que internet es “la destrucción del hombre”?
Internet aparentemente es un gran desarrollo tecnológico y comercial que permite acceso a un universo muy amplio, pero realmente es un universo que atrapó a los hombres en una forma de presente que no les permite retroceder a sus pasados ni adelantarse hacia el futuro.
Voy a dar algunos ejemplos: en relación con la gramática y el uso del idioma en la red, se construye sobre un presente sin tener ni siquiera claridad o memoria de tres palabras antes o tres palabras después. Considero que ese es un lenguaje enfrascado en un sistema presente, que es algo que destruye el concepto de lo humano, porque uno de los pilares del concepto de libertad es la posible articulación que hace el ser humano entre presente, pasado y futuro, y estas formas de sintaxis lo destruyen. Es el concepto de lo inmediato sobre la velocidad misma en que se van montando las palabras. Ni siquiera alcanza a ser un lenguaje verbal.
¿Por qué critica a los ‘realities’ y al exhibicionismo imperante?
El exhibicionismo triunfa porque ahora todos consideramos que somos el cuerpo. Eso quiere decir que el exhibicionismo permite mostrar ese cuerpo y ser como la razón social, pero ese cuerpo es solo la apariencia. Y es una sociedad que ha ido deshaciéndose de los conceptos de la sensibilidad respecto del alma y solo está vinculando ese cuerpo. El exhibicionismo no es otra cosa que la apariencia de lo que llamo el body.
Dedica un capítulo al deporte. ¿Cómo se relaciona con este concepto del ‘egobody’?
El deporte tiene dos componentes principales: uno está relacionado con el egobody, y tiene que ver con este concepto de deporte espectacular. De manera que se ha ido planetarizando este criterio y esto muy inquietante. Basta recorrer las páginas de los medios impresos para darse cuenta de cómo hay cantidades de noticias vinculadas al deporte, que de alguna manera usurpan el espacio de otras, que no se están teniendo en cuenta. No aparecen noticias sobre un poeta, sobre un pintor, sobre aspectos humanistas. Y está todo concentrado en esa espectacularidad, que es la descripción del concepto de egobody.
El segundo punto es el deporte con un criterio de competencia. Estamos montados en una forma en que el deporte determina que todo debe ser una competencia y cada quien se debe construir como ganador. Y eso se ha ido trasladando a criterios de pensamiento. En ese sentido, el pensamiento se está construyendo desde ese concepto del deporte como un músculo, como una fuerza que tiene que fortalecerse día a día para poder ganarle al siguiente y al siguiente.
El rol de los medios de comunicación está virando hacia una especie de ‘narrativa de entretenimiento’.
Sí. En la última treintena de años hay una tendencia muy fuerte, y es que todo tiene que ser lúdico, sin importar de qué se trate: el deporte, la cultura, el entretenimiento… Es tan dramático que, incluso, hechos violentos como una guerra también deben tener ese tratamiento. Los medios han ido construyendo una especie de ludódromo, una forma de comunicar en la que todo tiene que ser lúdico.
Pero no necesariamente es una responsabilidad de los periodistas; tiene que ver con una transformación de las maneras de vida actuales: la televisión para el telespectador y la prensa, donde ahora encontramos siempre artículos muy breves, con frases muy evidentes. Hace 30 años era muy común encontrar artículos extensos, de una página completa, y ahora cada vez lo es menos.
¿WikiLeaks y las ‘selfies’ qué opinión le merecen?
Aunque parezca muy simpático todo esto de que las redes y la internet permitan hoy la circulación de información secreta, no hay tal, porque la humanidad debe tener una serie de secretos que no pueden hacerse públicos. Esto es verdaderamente muy delicado.
Igual para la vida privada que para la vida pública. Solo puede haber acción política en la medida en que haya determinados secretos. Perforar esa barrera y entrar a revelar todos los secretos de lo político es absolutamente destructor. Maquiavelo define muy bien el ser político desde el hombre, y ese hombre tiene que constituir una serie de secretos para poder llevar el ejercicio político. En la medida en que todo eso empiece a revelarse, a hacerse público, estamos destruyendo la forma política y eso es realmente peligroso. No todo tiene la vocación de ser conocido y revelado. Hay cosas que deben estar guardadas.
Y las selfies'
La selfie es un fenómeno muy representativo de lo que significa el egobody, porque es el autorretrato que, además de ser autorretrato, se pone a circular en las redes. Se monta en internet, en el Facebook, en el Twitter y se multiplica. Y se toman miles y miles de selfies para reiterarse a uno que uno es uno mismo. Es decir que se requiere la representación del cuerpo para afirmarse como ser humano. Creo que la selfie es muy demostrativa de lo que significa la representación del hombre vacío, del hombre que simplemente tiene en su yo el cuerpo, pero a la vez es también paradójica en la medida en que esa apariencia es igual de superficial y de vacía, porque simplemente es cuerpo, no hay un alma por dentro.
¿Qué piensa de los indignados?
Creo que es el conformismo absoluto. La ausencia total de reflexión y pensamiento. Basta leer el libro Indignaos, de Stéphane Hessel, para darse cuenta de que todo es un vacío. Lo único que hay es una reacción contra formas de poder pero desde el vacío. No hay contenido, sino simplemente una cosa revoltosa.
Pero hay unas razones reales, fenómenos de corrupción, gobernantes que toman decisiones que afectan a la gente. ¿O le parece que no?
Si, existen razones profundas. Pero no es un movimiento político y ese tipo de revueltas terminan siendo un fracaso. Son elementos superficiales y de corto aliento. Ese fue el caso del derrocamiento del coronel Gadafi: podía haber un régimen completamente tiránico, pero lo que hay hoy es absolutamente peor, porque está cargado de una anarquía que no tiene ningún contenido político.
Concluye usted en su libro que existe hoy un imperio de lo correcto “impuesto por unas minorías visibles”. ¿Qué quiere decir?
Que a las minorías se les empezó a dar una palabra que no tenían, pero a la vez se empezaron a construir en algo imposible de criticar. El hecho de que se constituyan como minorías las blinda frente a cualquier tipo de crítica o de opinión que disienta de lo que piensan. Se les da la palabra, pueden opinar, pero no son criticables.
En Francia la censura en ese sentido es total: no se puede opinar en contra de una minoría. La palabra de esas minorías es de alguna manera intocable.
Francisco Celis Albán Editor EL TIEMPO
Publicación eltiempo.com Sección Cultura y entretenimiento Fecha de publicación 9 de mayo de 2014 Autor FRANCISCO CELIS ALBÁN.
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