Las verdaderas razones del remezón en Comcel.
La salida del Ex-presidente de Comcel, Adrián Hernández Urueta, generó revuelo en el mundo empresarial de las comunicaciones, por su hasta ese momento exitosa gestión e importantes resultados en el modelo de posicionamiento comercial diseñado por Carlos Slim.
El sisma, incluyó parte del equipo de gestión del operador celular con la salida del vicepresidente financiero, Carlos Augusto Giraldo; la directora de Valor Agregado, Claudia Mota; el director de Prevención de Fraudes, Hugo Romero y otros empleados de menor rango.
Adecintel, en el seguimiento que hace al sector de la comercialización de servicios de tecnología de la información y las comunicaciones, y como gremio representativo de los propietarios de cabinas telefónicas y cafés Internet de Colombia, considera que tres son las razones fundamentales que propiciaron el cambio de directivas.
Una primera razón, se fundamenta en el desgaste de un cuadro directivo y esquema gerencial, que incluía algunos ejecutivos vinculados a la empresa desde su creación hace mas de 15 años, que ante el vertiginoso crecimiento de la demanda de telefonía móvil, los cambios tecnológicos, la competencia, el uso del servicio y la presión de los consumidores, no lograron independizar su ejercicio empresarial de sus intereses personales.
Un segundo aspecto, lo relacionamos con el método de posicionamiento empresarial que desplegó la empresa dirigido a obtener en el menor tiempo posible, el mayor porcentaje del mercado, con una infraestructura sobredimensionada, y un disímil equipo de distribución y servicio, estructurado bajo un débil sistema de autocontrol. La velocidad del crecimiento desencadenó en toma de decisiones desacertadas, malos manejos empresariales, aumento de cartera morosa, fraude, pérdidas negras y deseconomías de escala de orden interno y externo, que a la postre originan una producción de bienes y servicios con un incremento en el costo y menores ingreso por usuario.
El tercer elemento y mas determinante, lo constituyó la posición asumida por la dirección del operador ante la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones CRT, hoy CRC, enfocada a demostrar jurídicamente que la Comisión no contaba con las facultades necesarias para regular sobre el tema, por lo que debía abstenerse de emitir las normas que catalogarían a Comcel como operador dominante, la imposición de medidas regulatorias y la obligación de poner a disposición de terceros una oferta mayorista de comunicaciones. Adicionalmente que una regulación de tarifas al por menor conduciría, según Comcel, a una caída en el bienestar de los consumidores.
La facilista, riesgosa y básica defensa en su momento frente a la Comisión de Regulación de Comunicaciones por la declaratoria de Mercados Relevantes Móviles en Colombia en diciembre de 2008 y la calificación de Comcel como operador dominante, que concluyó con las resoluciones de la CRC para intervenir las tarifas al minorista On/net y Off/net, la obligatoriedad de compartir su infraestructura y la reducción de tarifas en el mercado minorista, fue a nuestro parecer el detonante que originó la poda burocrática que mas temprano que tarde se veía venir en el operador Comcel.
Analicemos estos tres elementos, no sin antes puntualizar rápidamente sobre la evolución en los últimos años sobre la telefonía móvil del país.
El mercado de los celulares en Colombia, como sucedió en la mayor parte del mundo, se constituyó en un servicio de alto rendimiento dentro del portafolio de servicios de telecomunicaciones por su característica de disponibilidad comercial, uso personal, portabilidad y flexibilidad de acceso, con una particular competencia entre operadores y la paulatina reducción de tarifas.
En regiones apartadas de la geografía nacional concentrado en el servicio de voz se constituyó en el único medio de comunicación, y en áreas urbanas donde la penetración a llegado a niveles de saturación, la oferta se vio enfrentada a la necesidad de estimular su uso comercial en voz y servicios agregados tales como datos, música, texto, imágenes, video, juegos y conectividad.
La reducción de tarifas y la madurez del mercado, ha obligado a los operadores a dar un impulso importante a los servicios de datos, siendo los mensajes de texto el de mayor auge. El controvertido desarrollo de telefonía móvil, no ha tenido la receptividad que los operadores esperaban, a pesar de los cuantiosos recursos destinados en su implementación y divulgación, salvo el acceso móvil a internet con una dinámica de crecimiento del 56.8% a junio de 2009.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) da cuenta de la fuerte desaceleración de este negocio en los primeros meses del año 2008. Las estadísticas oficiales señalan que Colombia cerró marzo de 2009 con 41,4 millones de líneas móviles activas, lo que representa un crecimiento del 1,65%, tasa de crecimiento trimestral mas baja del sector en toda su historia.
Los operadores Comcel y Movistar limpiaron sus bases de clientes, medida que condujo a la desconexión de casi 600.000 líneas, con lo cual Comcel sigue siendo la mayor empresa móvil del país con 27,8 millones de líneas activas según la SIC (Según la casa matriz de 26,9 millones de suscriptores en el país). En lo que tiene que ver con Movistar, registró un descenso del 1,58 por ciento en su base de clientes al pasar de 9,96 millones en diciembre del 2008 a 9,80 millones en marzo del 2009. Finalmente, las cifras de la SIC indican que Tigo activó en el primer trimestre tan solo 11.583 líneas para quedar con 3,76 millones de abonados.
En cifras, como sucede en otros países, el número ponderado de suscripciones no necesariamente refleja el porcentaje o cobertura de accesibilidad del servicio. Según estudios de reconocimiento mundial, el ingreso promedio por usuario, ARPU, generalmente esta subestimado en cerca de un 20%.
Así, el país eventualmente dispondría, según datos Adecintel de 33’120.000 usuarios formalmente registrados en las bases de datos de los operadores con una o mas líneas. De los 41.4 millones planes de celular, el 86% (35’604.000 líneas) serían de carácter pre pago y el 14% (5.800.000) con contrato pos pago. Los datos Adecintel concuerdan con los calculados por The Yankee Group que estima solo entre 32 y 34 millones el número de personas o empresas que hacen uso del celular en el país, mientras que Signals Telecom calcula que esta cifra se encuentra entre los 30 y 32 millones.
De los 5’800.000 planes personales, corporativos o empresariales de los operadores de tipo pos pago, cerca de un 10% (580.000 líneas) según cálculos de Adecintel, corresponden a personas naturales, empresas, sociedades u otras organizaciones que directamente o indirectamente las destinan a uso de comercialización, actividad comúnmente denominada de “reventa formal minorista de minutos móviles”. Adecintel no dispone de cifras del mercado ilegal, clandestino e informal, pero su existencia es evidente.
La tarifa promedio por minuto de telefonía móvil, a diciembre de 2008, para Comcel bordeaba los $ 40.77 pesos, movistar $ 58.83 pesos y Tigo $ 111.48, según datos de la SIC-MINTIC. Estos datos se calculan con base en el informe de telefonía móvil que produce el Ministerio de las Tecnología, trimestralmente, de los minutos totales de ocupación de los canales de voz (minutos cursados) y la contraprestación del 5% de los ingresos que paga cada operador, entre otros indicadores.
El tráfico de la red colombiana se basa en el efecto diferencial tarifario on.net (tráfico dentro de la red propia) y off-net (fuera de la red propia). Estas externalidades de red positivas, significan que el valor de una unidad de minuto celular se incrementa con el número de unidades vendidas, lo cual lleva a que en el mercado móvil un operador define los precios en los dos lados de la red, con la posibilidad de una expansión de su red desigualdad en las cuotas de mercado y por ende en las utilidades.
En Comcel el aumento indiscriminado de líneas, evidencia el acelerado crecimiento de tráfico en su interior, on-net vs. Off-net y viceversa, producto de su modelo de distribución comercial y, con la consecuencia de que masivamente las llamadas terminen en su propia red o las de otras. A contrario sensu Movistar presenta un crecimiento positivo sostenido con un mayor trafico on.net, y menor off.net con un peso importante de destino de llamadas a terminales fijas; y Tigo un crecimiento sostenido positivo de tráfico on.net.
La Comisión de Regulación de Comunicaciones al hacer un análisis de poder sustancial de mercado, concluyó a finales del 2008, que la evolución del mercado móvil se ha venido dando en un ambiente de competencia imperfecta con participaciones de mercado creciente por parte del operador dominante y con evidencia de discriminación de tarifas. Frente a ello concretamente las tres preocupaciones de la CRC que originaron la intervención del mercado de las comunicaciones en Colombia fueron:
1. Que COMCEL haya adquirido una cuota de mercado que debía ser regulada ex – ante.
2. Que la presencia diferencial de tarifas On/net y Off/net, le permitía incentivar el tráfico hacia su propia red y desincentivar el tráfico a otras.
Esta tendencia persistirá en el futuro inmediato.
Como medidas regulatorias, determinó aplicar:
1. En materia de precios, una reducción de la tarifa off-net en todos los planes tarifarios; Plan con tarifa única, para usuarios nuevos y antiguos, en prepago y pospago; y regulación precios off-net, si Comcel no disminuye la tarifa off-net, y/o si dicha reducción no mejora la competencia.
2. Aplicar la obligatoriedad de oferta mayorista por parte de Comcel del servicio móvil,
3. Reducir el precio por minuto FIJO-MOVIL de $392 (US$0,175) a $200 (US$0,089), es decir una diferencia de $192 (US$0.0855)
4. Regular cargos de terminación para SMS y MMS.
A los documentos del 26 de diciembre de 2008 de la CRC, “Propuesta regulatoria para la definición de Mercados Relevantes de Telecomunicaciones en Colombia”, “Proyecto de resolución 26-12-08”, así como al documento “Análisis de Competencia de los Mercados Relevantes de Telecomunicaciones en Colombia” del 4 de diciembre de 2008, Comcel planteó su posición y defensa de sus interés económicos desde dos puntos de vista:
Una Posición jurídica fundamentada en los conceptos de tres (3) firmas de abogados reconocidas, a saber, José Gregorio Hernández de la firma José Gregorio Hernández Galindo – Consultores Abogados, Gustavo Tamayo de la Firma Lloreda y Camacho Compañía y José Orlando Montealegre de la Firma López Montealegre & Asociados, la defensa de Comcel aludió al artículo 333 de la Constitución Nacional relativo a que “La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común” y que para “su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley”, así como sobre el concepto que “la libre competencia económica es un derecho de todos y su regulación puede conducir a generar una caída en el bienestar de los consumidores”.
En segundo lugar, planearon la posible falta de competencia de la Comisión de Regulación de Comunicaciones, y la posible modificación de las condiciones de los Contratos de Concesión.
En tercer lugar cuestionaron la interpretación sobre los conceptos de “La posición dominante en el Marco de la Ley”, discriminación de tarifas y la estructura de costos en las comunicaciones.
Desde el punto de vista formal fundamentaron su posición sobre la posible “Violación al debido proceso”, el derecho de defensa que deben gobernar las actuaciones administrativas y la falsa motivación de los actos administrativos.
La posición económica de Comcel, que contó con la asesoría de la firma consultora NERA Economic Consulting, se centró en el supuesto que “la actuación de la CRC no tenía fundamento teórico” y que finalmente los “Consumidores se han beneficiado de la competencia”.
Entre los indicadores relevantes sobre la competencia intensa destacan la evolución de precios del mercado de los móviles, en el sentido que la cuota de Comcel se debe a mejores precios que sus competidores y a otras consideraciones dinámicas.
Igualmente anotan que no existen barreras a la entrada de nuevos competidores, no existen barreras a la expansión de la producción por parte de los competidores de Comcel, y no existen barreras para la rotación de usuarios hacia otros competidores.
El tema de tarifas On/net y Off/net lo contemplan como señal de competencia, no ausencia de ella y en particular que no existen razones para preocuparse por las tarifas On/net y Off/net de Comcel ni de ningún otro competidor móvil, ya que una regulación de tarifas al por menor, ningún país de madurez regulatoria la impondría y si generaría una caída en el bienestar de consumidores a cambio de elevar las utilidades económicas de los competidores.
La empresa del millonario mexicano Carlos Slim rectificó su posición posteriormente, con el texto de una sentencia emitida -en los últimos días- por la sala plena de la Corte Constitucional, que deja en firme una decisión de su sala de revisión que anula el laudo arbitral que obligaba a la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) a pagar más de 230.000 millones de pesos a Movistar. Para Comcel, estos condicionamientos "deben ser establecidos con base en normas legales de intervención económica, que claramente la CRT no tiene para el caso".
Sin embargo, eso no piensan los expertos del Ministerio de Tecnología, investigadores particulares y empresarios del sector, que consideran que la CRC cuenta con las facultades necesarias para tomar esta decisión y está respaldada no solo por normas nacionales sino supranacionales, como los acuerdos firmados por Colombia con la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Comunidad Andina de Naciones.
A la fecha, la CRC con la Resolución 2172-09 denegó las pretensiones de Comcel y confirmó la Resolución 2067-09, sobre disposición de oferta mayorista; con la resolución 2171-09 la CRC modificó parcialmente el artículo 1 y 3 de la Resolución 2066-09, negó pretensiones de Comcel y confirmar el resto de la Resolución relacionada con la regulación ex ante de voz saliente móvil; con la Resolución 2166-09, negó las pretensiones de Comcel y Telefónica Móvil Colombia contra la Resolución 2117-09 relacionada con el tema re remuneración de interconexión por el intercambio de mensajes de texto; con la Resolución 2152-09, negó las pretensiones de Comcel contra la Resolución 2062-09, relacionada con la declaratoria de posición dominante en el mercado relevante de comunicaciones; y con la Resolución 2156-09 que modifica parcialmente la Resolución CRT 087-97 y la CRT 1296-05, se obligará a los operadores móviles a la aplicación de una tarifa de hasta $198.40 pesos para cobro de llamadas de fijo con destino a móviles en Colombia. Esta Resolución fue objeto igualmente de análisis por Adecintel a través de un artículo publicado en la Red, ya que a nuestro juicio perjudica al gremio de los comercializadores de minutos de celular y beneficia a los operadores fijos y al mismo Comcel, vía la traslación de mercados eficientemente atendidos por los revendedores minoristas.
El segundo elemento que consideramos como prueba de las verdaderas razones de la salida de Adrian Hernández de la presidencia de Comcel, tiene relación directa con el método de posicionamiento empresarial que diseñaron, dirigido a obtener el mayor porcentaje del mercado en el menor tiempo posible, con una infraestructura que hoy cubre el 98% del territorio nacional, y un equipo de distribución y servicio cinco veces mas grande que el servicio operativo de Movistar y Tigo juntos.
El modelo empresarial diseñado por el empresario mexicano Carlos Slim Helú y su equipo de consultores hace mas de 15 años, se fijó como meta a corto plazo obtener mínimo el 80% del mercado de los colombiano utilizando para el efecto un desaforado plan de penetración territorial, atractivas comisiones y precios mínimos a mayoristas, soportado sobre una red habida de negocios y posicionamiento jerárquico dentro del producto de moda, y en la cresta de la actividad comercial mundial.
El esquema colombiano de duopolio inicial, montado sobre el modelo de que quien llama paga (CPP), con bajo costo de tarifa al por mayor y alto costo de tarifa al por menor, incentivos esenciales del consumismo, fue terreno fértil para cimentar una cadena productiva de usuarios especiales e intermediarios, que dio origen a una red de comercialización al por menor que en cierta forma democratizó el acceso a las comunicaciones, facilitó los canales de apropiación de las nuevas tecnologías de comunicación y empoderó el uso del celular como el medio por excelencia para comunicar a las personas a nivel local, nacional e inicialmente a nivel internacional, inclusive.
Los Comercializadores o revendedores de servicios de telefónico móvil, fórmales e informales, encontraron en Comcel y su red de distribución el canal mas fácil para adquirir sin mayores estudios de capacidad de pago y requisitos, planes de alto volumen, con destino a todos los operadores, desde hace mas de 10 años a precios similares a los de hoy. Incluyendo equipos de alta gama, y procesos fáciles de reposición.
Paralelamente, los usuarios convencionales que sin calcular su real capacidad de consumo, adquirían planes alto volumen, iniciaron negocios informales de transferencia o reventa y terminaron “alquilando” sus líneas, hasta evolucionar estos mecanismos de suministro variable en una “fina red de distribuidores mayoristas por alquiler”, entronizada en las entrañas de Comcel, con el beneplácito de sus Directivas y la indiferencia de las autoridades.
El diario El Tiempo en su sección clasificados, con cobertura Bogotá D.C, en su subsección 477 publicita diariamente entre 15 y 25 proveedores del servicio de alquiler de minutos móviles, con una rotación promedio mes del 90%, para un estimado de mas de 230 proveedores de este mercado visibles por este medio.
De las 520.000 líneas promedio que se emplean en reventa formal de minutos, según datos Adecintel, Comcel proporciona el 62%, con una facturación promedio $ 27.400 millones mes. Un número importante de estas líneas no cuenta en Comcel, con el respaldo formal, han originado cartera de dudoso recaudo o son producto de actos fraudulentos al interior de la empresa.
La competencia en el mercado de reventa minorista entre los tres operadores y la sostenido reducción de precios, acompañado de la innovación de planes tarifarios, alternación y subsidio al acceso del servicio a través del subsidio en aparatos terminales, han creado alrededor de Comcel un verdadero cartel de la reventa con fisuras financieras que solo las directivas de la empresa conoce. La reposición de quipos, reventa de los provenientes de minutos de alquiler y los originados en las compras mayoristas produjeron enormes pérdidas en la industria de Comcel, sin contar el oscuro carrusel del negocio de las simc, los planes inactivos de primera denominación, el negocio pasatiempo y otros mas.
Comcel como la red más grande del país; por su peso en la reventa minorista de minutos; y por sus planes de alto volumen a todo operador, se convirtió con el tiempo en pagadora neta de ingresos de interconexión, al contrario de Movistar que como se indicó inicialmente presenta un menor tráfico off.net con un peso importante de destino a terminales fijas, al igual que Tigo. Este error de cálculo ha sido enmendado en los últimos planes de Comcel, sin embargo un número importante de líneas antiguas del mercado de reventa conserva esta facilidad de consumos, al ser planes cerrados y a todo operador.
Por ejemplo, en el 2007 Comcel, según datos de la misma firma, terminó 3.1 millardos de minutos en las redes de los competidores, mientras que estos terminaron solo 2.5 millardos en la red de Comcel. En el 2008 esta diferencia se incrementó aún más básicamente debido a que Telefónica redujo en forma importante su tráfico terminado en Comcel.
Siguiendo la estrategia establecida, Comcel para lograr la máxima participación en el mercado, aumento su cobertura en la mayor parte de municipios del país y estratos socioeconómicos, como ningún otro operador, hasta alcanzar una cobertura nacional, muy superior a la pactada en su contrato de concesión. Ya para octubre de 2007 cubría 1.097 municipios, un 27% más que MOVISTAR y el 75% más que TIGO. La empresa con una estrategia de servicio ilimitado, arriesgando recursos importantes, llego a atender zonas, regiones y grupos socioeconómicos sin medir o calcular retornos propios de grupos de bajo consumo.
Paralelo con ello se vio obligado, para garantizar la estabilidad del servicio, la atención al cliente, el recaudo de cartera, la reposición de equipos y provisión de su producto de recargas, a construir una robusta red de centros de atención a sus usuarios, en algunos casos sobredimensionada. Esta inversión significativamente mayor que la de sus rivales en puntos de venta, llegó a 485 puntos COMCEL-CAC y CPS, frente a los 34 CV y CS de Movistar y los 103 Tienda Tigo y CS a la fecha.
Adicionalmente al mantenimiento de su red de distribuidores asociados. Durante un largo tiempo, Comcel ha compartido utilidades con 21.992 puntos de venta, frente a los 4.069 de Movistar y los 1.503 de Tigo.
El aumento en la participación de Comcel, le implicó lógicamente una mayor inversión en infraestructura, e inversión en personal, con cerca de 21.000 empleos directos. Comcel ha dedicado recursos de capital en los últimos cuatro años cercana a los USD $2.206 millones, frente a los inversiones de Movistar y Colombia Móvil aproximadamente de $998 millones $649 millones, respectivamente. Estas inversiones coinciden con los momentos en que Comcel incorporó nuevas tecnologías, en el mercado móvil, como resultado de una estrategia de mantenimiento del ritmo de crecimiento impuesto inicialmente y de incentivo al consumismo, independientemente de la real necesidad de servicio y capacidad de pago de los colombianos.
La última y no menos importante razón, como se explico en el inicio del documento, corresponde a la perpetuidad de un esquema gerencial y equipo directivo, con algunos ejecutivos vinculados a la empresa desde su creación hace mas de 15 años, que ante el vertiginoso crecimiento de la demanda de telefonía móvil, los cambios tecnológicos, la competencia, el uso del servicio y la presión de los consumidores no lograron armonizar su responsabilidad administrativa y sus intereses personales.
No son muchas las conjeturas que se tejen en este sentido, ante el hermetismo con que se ha manejado el tema y la poca información disponible sobre las reales causas internas que hemos tratado de investigar, documentar y suministrar a nuestros afiliados y lectores como una responsabilidad gremial y social, en este documento.
De lo que si tenemos certeza es que por algún tiempo esta situación pondrá a reflexionar a académicos y directivas de las grandes empresas sobre la responsabilidad social empresarial que les compete en la prestación de un servicio o provisión de un bien a la sociedad, sin necesidad de incurrir a la publicidad engañosa, incentivo al consumismo, competencia desleal, métodos pauperizantes o causantes de pérdida sustancial de valor, canibalismo del mercado y el absuo de su posicion dominante.
Seguramente los descalabros financieros, gastos suntuosos o recursos no recuperables, ocasionadas por el modelo predatorio emprendido y aplicado por Comcel, sean mínimos e irrelevantes, frentes a las billonarias utilidades que ha dejado el modelo y las que va a dejar a futuro, pero lo cierto es que la destrucción sistemática de valor de muchos microempresarios, y personas del común, es irrecuperable dentro de los niveles modestos de ingreso en que se desenvuelve la economía de la mayoría de los personas y comercializadores de minutos en nuestro país.
Comcel, respecto a la remoción de su grupo directivo a emitido dos comunicados en el que asegura que el ejecutivo había presentado renuncia voluntaria a su cargo, frente a lo cual la junta directiva en Bogotá designó en su reemplazo, al ejecutivo colombiano Juan Carlos Archila Cabal.
Rumores de pasillo en la empresa, ante la intempestiva salida de Adrián Hernández de Comcel en Colombia, hablan de la red de distribuidores y el cartel de la reventa de planes, minutos, recargas y demás, mientras los medios escritos poco o nada escriben del tema.
La radio, en su momento informó sobre un posible caso de fraude a gran escala, situación que habría provocado la salida del Sr. Hernández de Comcel, agregando que el asunto no se queda en la salida del presidente, sino también de tres vicepresidentes de la compañía que dejaron los cargos incluido el de prevención de fraudes.
Algunas versiones en medios de comunicación aseguraron que el alto ejecutivo estaría implicado en supuestos ilícitos y que el CTI de la Fiscalía estuvo en una madrugada revisando varios computadores de la compañía, reconocida como la principal en el mercado de telefonía celular en el país. Se dijó inclusive que la salida fulminante de estas personas se debió a que están involucradas con las interceptaciones ilegales o "chuzadas" a magistrados de la corte, periodistas y personas de la oposición.
La cierto es que en este aspecto probablemente nunca se pueda saber la real verdad.
Algo que es evidente, es la notoriedad del caso, ante lo que esperamos que se recoja esta experiencia al interior del operador, que se hagan estudios de caso y que se apliquen los correctivos para generar un verdadero bienestar en los procesos de provisión de bienes y servicios a la sociedad colombiana.
Igualmente esperamos que no se vea el estado Colombiano sometido a una demanda ante las medidas tomadas por la CRC que termine en condena y seamos nuevamente los de a pie los que paguemos con creces los abusos y descalabros financieros del sector privado trasnacional.
Ing. Miguel Ospino Rodríguez
Presidente Adecintel.
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