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Proyecto de ley. Venta de minutos ‘timbra’ a todos.

http://www.elpais.com.co/historico/nov122006/VIVIR/minutos.html

Proyecto de ley.   Venta de minutos ‘timbra’ a todos.   Noviembre 12 de 2006:  La posible legalización de la venta callejera de minutos por celular enfrenta a informales y a distribuidores. Un distribuidor autorizado de servicios por teléfono móvil dice que están en desventaja por costos de un negocio legal. 

 

“Se volvió guerra del centavo” Fabián Moya Rojas:  Comunicador social, egresado de la Universidad de La Sabana. Es bogotano, tiene 25 años, hace un año es gerente regional de Singularcom, en Cali, empresa distribuidora de servicios de telefonía celular. Vinculado al sector hace diez años.

“La reventa de minutos se volvió un negocio masivo, una guerra del centavo porque la gente decidió vender minutos incluso en sus propias casas.  Mucha gente saca planes de dos o tres meses a nombre de otras personas, dejándolas reportadas luego en Datacrédito, venden los minutos y las líneas luego son catalogadas como un fraude y perdemos dinero.  Si la empresa detecta planes con este uso –lo cual es muy fácil porque generan muchas llamadas, pero no reciben – eso nos acarrea serias sanciones a los distribuidores. Y si la Policía decomisa un equipo, la empresa cancela la línea y nos descuenta la comisión y el precio del equipo, entre otras sanciones que nos imponen.   Está bien que lo legalicen, pero debe haber un control de la Fuerza Pública. La gente entraría en proceso de legalización, porque lo que nos está dañando el mercado es que en cualquier esquina o debajo de cualquier sombrilla la gente saca un plan y vende minutos.

En cambio, quienes estamos haciendo un esfuerzo económico, tenemos un establecimiento y pagamos impuestos, arriendos, obligaciones laborales con empleados, carga tributaria de IVA, retención en la fuente y demás tributos fiscales, estamos en desventaja frente a quienes venden minutos en la informalidad.  Por ejemplo, esto reduce la venta de tarjetas, porque la gente prefiere llamar en la calle que comprar una tarjeta o los planes postpago que son los que dejan rentabilidad.   A nuestros subdistribuidores en los barrios les ha tocado ofrecer planes con mayor número de minutos para que éste salga más económico y competir con precios de $150, a $200, a $250, lo que ha deteriorado el mercado y ha dejado esa invasión, no sólo del espacio público, sino una saturación de venta de minutos.

La legalización sí nos afecta si no se ejerce un control. Pero ya tenemos unos planes para dar respuesta a este fenómeno y hacerle competencia.   La idea es que los establecimientos que revenden puedan legalizar su actividad mediante planes donde la persona debe tener una infraestructura montada con cabinas y un negocio constituido ante la Cámara de Comercio, donde especifica que la actividad económica es la comercialización de minutos por celular.   Uno entiende que hay pobreza, pero ya es un fenómeno desbordado frente al que hay que seguir un proceso en el cual la gente asuma una responsabilidad”.

“Que nos dejen el negocio chico” Guillermo Cano Palomino:  Guillermo Cano Palomino, tiene 48 años. Natural de Bugalagrande, Valle, es Bachiller del Colegio Salesiano San Juan Bosco, de Tuluá. Desde este año está vinculado al comercio de minutos por celular.

“Me dediqué a vender minutos por celular porque vi en esto la posibilidad de ganarme unos pesos para desayunar, almorzar y comer, porque estoy desempleado y con esta abundancia de escasez, cualquier trabajo es bueno.   No quiero ir a lo ilícito, este es un negocio legal, honesto, no soy el único que vive de esto, muchos subsistimos vendiendo minutos y un gran número ni siquiera somos dueños de la línea o el plan.  Es decir, que somos simples empleados que sobrevivimos atendiendo al público que lo necesita, es decir, somos subempleados de otra persona, que como en mi caso, me puso a vivir. A mí me llaman a que maneje este celular y yo, con los brazos cruzados no me puedo quedar. Así de sencillo.   Además, es una buena opción para quienes no tienen cómo comprar celular o un plan, y tienen acceso a una llamada urgente o en caso de emergencia o un olvido.

Ahora les dio por querer reglamentar esto porque hay mucha demanda de llamadas por celular en la calle. Esto es como cuando llegaron los celulares hace diez años, esos cocos viejos que hoy son obsoletos, no eran accesibles a todo el mundo, eran a un millón de pesos, hoy no son a $20.000 con tarjeta prepago, porque ya es más barato llamar por celular que por fijo.   Yo les diría a los de las grandes compañías que no aceptan la venta de minutos que cómo nos van a quitar la comida con ésto, que si ellos tienen el negocio grande, que nos dejen a nosotros el chico, pero es que siempre quieren que el rico sea más rico y el pobre más pobre y como los dueños de las tres compañías de celulares no son ningunos pobres.   Según el plan, cada minuto sale a $140.oo o a $100.oo y uno lo vende a $300.oo, así este negocio bien manejadito, deja, pero que nos permitan trabajar tranquilos. Incluso, para que ellos produzcan más, porque ¿qué les interesa a ellos?, pues vender minutos. ¿Y quién se los vende?, pues nosotros, los de la calle.   Pienso que hasta les conviene nuestra venta porque esos almacenes de la Avenida Sexta y la Avenida Estación donde venden celulares y todo, que hace dos años estaban llenos con las promociones de tarjetas y teléfonos, hoy están vacíos.

Ahora ya es legal vender minutos por celular, el martes escuché que ya nos autorizaron en el Congreso de la República y ya no nos tenemos que esconder de nadie”.

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