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ARTICULOS Y ESTUDIOS

CENSO AGROPECUARIO EN COLOMBIA 2015

Los resultados preliminares del tercer inventario nacional del sector agropecuario, confirmaron varias presunciones y generaron más de una sorpresa en el seno de la sociedad colombiana. Los datos, confirmaron la disparidad entre el crecimiento económico de los centros urbanos y las denominadas áreas rurales dispersas, así como la existencia de una total desconexión de los nacionales rurales con la vida organizada desde la institucionalidad en Bogotá. 

No hubo sonrojo y sí sinceridad en el rostro del mandatario Juan Manual Santos, en reconocer el flagrante atraso manifiesto en que viven  cerca de 12 millones de indígenas, afros, raizales, isleños, campesinos y habitantes de las áreas rurales, distribuidos a lo largo de la geografía nacional, en cerca de 3.9 millones de predios, distribuidos en 113 millones de hectáreas, correspondientes al 98.5% de los 1.141.748 km2 de la superficie del país. Después de 30 años de la revolución tecnológica del Internet y las Comunicaciones, en el campo “aún queda todo por hacer”, ya que “El país había abandonado el campo” y “allí se expresa y concentra la desigualdad”,[1] habría expresado el Presidente Colombiano. 

En lo que se conoce del informe entregado por el Dane, se destacan temas del uso y la cobertura del suelo, las características de las unidades de producción agropecuaria, los factores y sustentabilidad para la producción, las características de la población residente en el rural disperso, el estado de la titularidad, los créditos y calidada de los productores. Por ejemplo se identifica en el área censada  un 50,6 % como bosques naturales y de los 40,6 % de potencial uso agropecuario, tenemos un registro de áreas sembradas del 6.3%, lo cual equivale a 7 millones 115 hectáreas en producción, inferior al promedio de latinoamérica.

Si bien la forma de tenencia predominante es a través de la titularidad, representada con el 71,2 % del área agropecuaria censada, se comprobó la alta concentración de los grandes latifundios, en manos de una minoría. Terrenos de más de 500 hectáreas  que representan el 41.1 % de las 113 millones de hectáreas censadas están en manos del 0.4 de los propietarios y el 69.9 % de las titulares de unidades productivas no alcanza las 5 hectáreas. En Colombia el 1% de la población más pudiente concentra el 60% de las tierras productivas.

En cuanto a la demanda de crédito, en el 2013 sólo un 11 % de los productores solicitó un crédito agropecuario, con aprobaciones del 89,6 %, equivalente a 3.9 billones de pesos. Es de anotar que Finagro en sus reportes para el 2012, y 2014, consignó cifras de 6 y 8.1 billones respectivamente de colocación de créditos en el campesinado, como una de las grandes metas cumplidas con el agro nacional.[2]

Los costos sociales de esta disparidad no dan espera. El censo encontró que 20 % de la población entre los 5 y 16 años no asistió a ninguna institución como jardín de preescolar, escuela, colegio o universidad en 2014 y de la población menor de 5 años,  el 73 % de ellos permanece con sus padres en la casa o en el trabajo o al cuidado de otra persona. Solo un 16% asiste a un jardín.

Si bien el índice de pobreza multidimensional (IPM) ajustado disminuyó en el área rural dispersa que para el 2014 alcanzó un 44,7, este se explica en aspectos como el mayor alfabetismo, logro educativo, asistencia escolar, aseguramiento en salud, acceso a fuentes de suministro de agua, así como material de pisos y paredes exteriores entre otros. Es preocupante la composición de la pirámide poblacional, ya que en las áreas rurales se aumentó dramáticamente la población de adultos, concentrándose en mayores a 39 años, con un ascenso significativo de mujeres como cabeza de hogar.

Al ser la tenencia de la tierra, el acceso a ella y su distribución un tema transcendental en las negociaciones de paz, la respuesta de la institución no se ha hecho esperar y ya se habla de una reforma rural integral.  Para ello el Ministerio de Agricultura se apresta a crear dos viceministerios nuevos, cuatro agencias como  el Incoder e infinidad de proyectos como el fallido Agro Ingreso Seguro.[3]

Desde el Congreso  se aprestan por igual a discutir y aprobar, el respectivo proyecto de ley convocando a reuniones de concertación a campesinos, indígenas, comunidades étnicas, todos los sectores agropecuarios, pequeños y medianos, a fin de llegar a los consabidos acuerdos nacionales.

Los anteriores elementos de juicio son indicativos que en el país se planifica al revés, frente a lo cual cabe hacernos estos preguntas; Si el último censo agropecuario tuvo lugar en 1970 y desde esa época no se obtuvo información estadística actualizada sobre el campo, entonces, ¿cómo hicieron los últimos once gobiernos para adelantar proyectos e inversiones rurales?, ¿En qué se basó Planeación Nacional para hacer sus proyecciones sobre el Agro?, ¿De dónde sacó el Ministerio de Agricultura las cifras que nos ha suministrado durante años?, ¿Cómo se soportaron las negociaciones hechas para los tratados de libre comercio?, ¿con base en que prioridades se invirtieron los 550.000 millones del programa AIS?.

En los últimos cuatro años con una inversión cercana a un (1) billón de pesos el Ministerio de las TIC, buscó romper una larga historia de abandono a fin de llevar Internet de alta velocidad a lugares remotos de la Orinoquía, Amazonía y Chocó.  Muy seguramente fue así, tanto que a un mes de haber finalizado en Censo, ya tenemos aproximaciones globales sobre el mismo; pero será que este avance en nuevas tecnologías de comunicaciones, si ha logrado romper la brecha entre el campo y la Ciudad? Sinceramente no creo, y el presidente de Colombia tampoco.

Ing. Miguel Ospino Rodriguez

Consultor en Sistemas de Información.


[1] Portafolio,Co “Este censo demuestra que falta todo por hacer en el campo” http://www.portafolio.co/economia/censo-nacional-agropecuario-2015 

[2] Finagro. Sector agropecuario cerró filas por el campesino colombiano. https://www.finagro.com.co/noticias/sector-agropecuario-cerr%C3%B3-filas-por-el-campesino-colombiano

[3] El Espectador. Maria Alejandra Medina Cartagena. Revolcón a Ministerio de Agricultura http://www.elespectador.com/noticias/economia/revolcon-

MEJOR RICOS QUE POBRES!!!

MEJOR RICOS QUE POBRES!!!

Kid Pambelé

y el Plan Nacional de Desarrollo Colombia 2014 - 2018

En 1986, a fin de reducir la pobreza, las desigualdades y la inequidad, Colombia acogió la Carta de Ottawa, como uno de los documentos rectores de la política nacional. El lema de la carta “salud  para todos en el año 2000”,  se justificaba ante el creciente rezago en salubridad, deuda social y las nuevas demandas de bienestar.

En la década de los noventa, las reglas del mercado en nuestro país se movieron bajo los postulados del consenso de Washington, que tras una lista de políticas generales, originó un paquete de medidas económicas pensadas para Latinoamérica.  La disciplina fiscal, el reordenamiento del gasto público, las reformas impositivas, la liberalización de los tipos de interés y el tipo de cambio, con la liberalización del comercio internacional, las privatizaciones, la desregularización y el tema de derechos de propiedad intelectual, hicieron parte de nuestra agenda para generar riqueza, trasparencia y equidad.

En el inicio del siglo XXI, el país se acogió a la “Declaración del Milenio”, lineamiento de lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades, que al masificar la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género y autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil y salud de maternas y combatir enfermedades específicas, garantizaría el aumento del bienestar, la sostenibilidad ambiental y fomentaría la asociación mundial para el desarrollo.

En la era autoproclamada de la “Tercera Vía”, del primer gobierno del presidente Juan Manual Santos, bajo el principio de “mercado hasta donde sea posible y Estado hasta donde sea necesario”, se buscó impactar y generar cohesión social a través de la generación de empleo, educación e igualdad de oportunidades.  Las denominadas locomotoras de la economía y la firma de un acuerdo de paz como factor de trasformación económica y social, conducirían al país a un crecimiento sostenido y finalmente al camino hacia la prosperidad.

Transcurridos 29 años desde la firma de la Carta de Ottawa; 14 años de la Declaración del Milenio y aplicadas las Políticas del Consenso, del Estado comunitario y la Tercera Vía,  podemos concluir que el estado Colombiano, ha dado pasos en la implementación de iniciativas sociales de toda índole con mejoras relativas en la calidad de vida de los nacionales, acompañados de vertiginosos procesos de recambio tecnológico, privatización y desregulación estatal. Lo anterior no hubiera sido posible sin el aumento significativo de la deuda pública a límites insospechados.

Al respecto, un estudio de la Dirección General de Presupuesto Público Nacional, Subdirección de Análisis y Consolidación[1], indica que en 1990 la deuda interna y externa sumaba $ 790 miles de millones; en el año 2000, $ 16.54 billones y en 2010, $ 37.89 billones.  Para el año 2013, acorde a un informe de la Contraloría General de la República la deuda bruta del sector público colombiano ascendió a $ 315,04 billones[2] y al corte de diciembre de 2014, según el informe de deuda pública del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, esta alcanza la suma de U$ 289.865.930,[3] que a un cambio de  $ 2.200 por dólar sobrepasa los $ 637.70 billones de pesos.

El Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018, ‘Juntos por un nuevo país’ que acaba de ser aprobado por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) y que inicia debate ante el Congreso de la República, contempla una inversión cercana a los $ 700 billones de pesos durante los próximos cuatro años, incluida la caída fiscal en los precios del petróleo.  El documento de catorce capítulos con más de 200 artículos, en su mayoría está regido por las recomendaciones y postulados que entregó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al presidente Juan Manuel Santos.

Precisamente, es en el ingreso al ‘club de los países ricos’ como prioridad de Gobierno, donde se enmarca el ideario que ordena “redoblar los esfuerzos” para estar acorde con las buenas prácticas de estas naciones, asumiendo quizás un estilo de vida que no nos corresponde, o al cual se podría llegar por otras vías.  La coyuntura económica impone una realidad innegable y la perentoria búsqueda de recursos necesarios para financiar el metro de Bogotá, el censo de población 2016, la cobertura universal en educación media y la jornada única de educación, o resguardarnos del desplome en las cotizaciones del crudo que genera un faltante cercano a los 15 billones de pesos en el próximo período fiscal. Lo lógico es presumir, ante la evidencia y tradición, que Colombia se  volcará hacia la banca multilateral, a fin de cubrir con crédito interno y externo el déficit que se avecina, endeudando a niveles peligrosos las futuras generaciones. Cada colombiano o colombiana que nace adquiere una deuda a través del estado de  $ 13.2 millones, más intereses.

Los postulados del “Manifiesto de la Ocde” relacionados con una reforma tributaria para subir el IVA al 19%,  imponer un gravamen a los dividendos o eliminar algunas exenciones en el impuesto a la renta personal, nos ponen al límite de lo que no podemos.  La modificación del sistema pensional, que incluye  el reducir la pensión mínima a menos de un salario mínimo,  subir los años de salario sobre los cuales se calcula el valor de la mesada pensional, equiparar la edad de jubilación de la mujer con la del hombre, en 62 años,  aumentar la edad general de retiro, igualar los dos planes actuales –público y privado–, porque “el público es demasiado generoso”, eliminar algunos regímenes especiales, y menos ‘gabelas’ o mantener el incremento del salario mínimo cercano a la inflación, y a mediano plazo diferenciar el salario mínimo por edades, no ponen al límite de lo impensable.

La alegre, azarosa, paupérrima y fastuosa vida de Antonio Cervantes, y su celebra frase, “mejor rico que pobres”, la cual nunca pronunció, nos deben llamar a la reflexión, para que ‘Juntos por un nuevo país’, donde se quiere entrar al ‘club de los países ricos’ garanticemos la supervivencia de todos y todas, ya que sería altamente injusto que nuestra generación no sea responsable y comprometida con las próximas por el inmediatismo que nos rodea. “Hay que encontrar el medio que preserve a las venideras generaciones de la codicia, la avaricia y voracidad de las que le precede”.

 

Ing. Miguel Ospino Rodríguez

Espacio de Comunicaciones Progresistas

Bogotá – Colombia.



[1] http://adecintel.blogia.com/2011/051201-de-la-carta-de-ottawa-la-declaracion-del-milenio-y-la-tercera-via..php

[2] http://www.contraloriagen.gov.co/documents/10136/186962495/Informe+de+la+Situaci%C3%B3n+de+la+Deuda+P%C3%BAblica+Colombiana+2013.pdf/34533c19-bc8f-46d1-b18a-da1f66b7790a

[3] http://www.irc.gov.co/irc/es/infodeudapublica/infoestadistica

'Internet destruye la libertad del ser humano

Robert Redeker: Estuvo en Colombia el filósofo francés, amenazado de muerte hace 8 años por fanáticos islamistas.

En septiembre del 2006, el filósofo francés Robert Rederke publicó en el diario conservador 'Le Figaro' un escrito en el que criticaba al profeta Mahoma y al Corán, que le costó la condena a muerte del islamismo más radical. Desde entonces se esconde.

Esta semana Redeker, un pensador que en su país es calificado de ‘reaccionario’, estuvo en Colombia para presentar, en la Feria del Libro, su último trabajo, Egobody, una crítica sin contemplaciones a ciertos aspectos del rumbo que está tomando el ser humano contemporáneo.

¿En qué terminaron las amenazas de muerte que le hicieron los musulmanes por una opinión que usted publicó en un medio francés? ¿Todavía tiene que estar escondido?

Sí. En Francia tengo protección policial desde el año 2006. Por fortuna, en esta visita a Colombia no se hace necesaria. Es la primera vez que estoy liberado de ella desde que ocurrió todo ese episodio. El Ministerio del Interior autorizó mi viaje diciéndome que no hay necesidad de protección en Colombia.

Una paradoja muy grande…

Sí. Es una inversión de la seguridad.

¿De dónde surgió ese concepto: ‘egobody’?

Es un término de alguna manera extraño, pues está compuesto de ego, que es el Yo en latín, y body, la palabra anglosajona que determina el cuerpo. Pero no se trata del cuerpo como elemento milenario, sino este nuevo cuerpo fabricado a partir de conceptos modernos, que vinculan los medios, las nuevas formas de alimentación, todos los temas numéricos. Así que es la construcción de palabras que encontré para describir esta nueva forma de ser humano a la que me refiero. Hasta hace un siglo la identidad estaba vinculada al alma, y hoy, por primera vez en la humanidad, el concepto de la identidad está vinculado al cuerpo. Los hombres hoy consideramos que nuestra identidad es nuestro cuerpo.

Usted dice que hoy “se deteriora la noción de pecado”. En un mundo donde el cuerpo se des-anima, pierde el alma y la sustituye por el ego, ¿dónde queda la sexualidad?

En una sociedad posterior al concepto del pecado, una sociedad donde el pecado era la matriz del deseo, la sexualidad se vuelve mecánica, como ocurre, por ejemplo, en la pornografía. Ya lo que existe es la relación directa entre cuerpos y ha desaparecido el concepto del alma y la sensualidad dentro del universo sexual.

Por ejemplo, yo creo que el viagra es muy representativo de esto que estoy diciendo. Es un elemento que produce lo necesario para que haya sexualidad, sin que necesariamente haya deseo. El viagra nos convierte en máquinas. Hacemos el amor sin deseo.

¿Por qué dice que internet es “la destrucción del hombre”?

Internet aparentemente es un gran desarrollo tecnológico y comercial que permite acceso a un universo muy amplio, pero realmente es un universo que atrapó a los hombres en una forma de presente que no les permite retroceder a sus pasados ni adelantarse hacia el futuro.

Voy a dar algunos ejemplos: en relación con la gramática y el uso del idioma en la red, se construye sobre un presente sin tener ni siquiera claridad o memoria de tres palabras antes o tres palabras después. Considero que ese es un lenguaje enfrascado en un sistema presente, que es algo que destruye el concepto de lo humano, porque uno de los pilares del concepto de libertad es la posible articulación que hace el ser humano entre presente, pasado y futuro, y estas formas de sintaxis lo destruyen. Es el concepto de lo inmediato sobre la velocidad misma en que se van montando las palabras. Ni siquiera alcanza a ser un lenguaje verbal.

¿Por qué critica a los ‘realities’ y al exhibicionismo imperante?

El exhibicionismo triunfa porque ahora todos consideramos que somos el cuerpo. Eso quiere decir que el exhibicionismo permite mostrar ese cuerpo y ser como la razón social, pero ese cuerpo es solo la apariencia. Y es una sociedad que ha ido deshaciéndose de los conceptos de la sensibilidad respecto del alma y solo está vinculando ese cuerpo. El exhibicionismo no es otra cosa que la apariencia de lo que llamo el body.

Dedica un capítulo al deporte. ¿Cómo se relaciona con este concepto del ‘egobody’?

El deporte tiene dos componentes principales: uno está relacionado con el egobody, y tiene que ver con este concepto de deporte espectacular. De manera que se ha ido planetarizando este criterio y esto muy inquietante. Basta recorrer las páginas de los medios impresos para darse cuenta de cómo hay cantidades de noticias vinculadas al deporte, que de alguna manera usurpan el espacio de otras, que no se están teniendo en cuenta. No aparecen noticias sobre un poeta, sobre un pintor, sobre aspectos humanistas. Y está todo concentrado en esa espectacularidad, que es la descripción del concepto de egobody.

El segundo punto es el deporte con un criterio de competencia. Estamos montados en una forma en que el deporte determina que todo debe ser una competencia y cada quien se debe construir como ganador. Y eso se ha ido trasladando a criterios de pensamiento. En ese sentido, el pensamiento se está construyendo desde ese concepto del deporte como un músculo, como una fuerza que tiene que fortalecerse día a día para poder ganarle al siguiente y al siguiente.

El rol de los medios de comunicación está virando hacia una especie de ‘narrativa de entretenimiento’.

Sí. En la última treintena de años hay una tendencia muy fuerte, y es que todo tiene que ser lúdico, sin importar de qué se trate: el deporte, la cultura, el entretenimiento… Es tan dramático que, incluso, hechos violentos como una guerra también deben tener ese tratamiento. Los medios han ido construyendo una especie de ludódromo, una forma de comunicar en la que todo tiene que ser lúdico.

Pero no necesariamente es una responsabilidad de los periodistas; tiene que ver con una transformación de las maneras de vida actuales: la televisión para el telespectador y la prensa, donde ahora encontramos siempre artículos muy breves, con frases muy evidentes. Hace 30 años era muy común encontrar artículos extensos, de una página completa, y ahora cada vez lo es menos.

¿WikiLeaks y las ‘selfies’ qué opinión le merecen?

Aunque parezca muy simpático todo esto de que las redes y la internet permitan hoy la circulación de información secreta, no hay tal, porque la humanidad debe tener una serie de secretos que no pueden hacerse públicos. Esto es verdaderamente muy delicado.

Igual para la vida privada que para la vida pública. Solo puede haber acción política en la medida en que haya determinados secretos. Perforar esa barrera y entrar a revelar todos los secretos de lo político es absolutamente destructor. Maquiavelo define muy bien el ser político desde el hombre, y ese hombre tiene que constituir una serie de secretos para poder llevar el ejercicio político. En la medida en que todo eso empiece a revelarse, a hacerse público, estamos destruyendo la forma política y eso es realmente peligroso. No todo tiene la vocación de ser conocido y revelado. Hay cosas que deben estar guardadas.

Y las selfies'

La selfie es un fenómeno muy representativo de lo que significa el egobody, porque es el autorretrato que, además de ser autorretrato, se pone a circular en las redes. Se monta en internet, en el Facebook, en el Twitter y se multiplica. Y se toman miles y miles de selfies para reiterarse a uno que uno es uno mismo. Es decir que se requiere la representación del cuerpo para afirmarse como ser humano. Creo que la selfie es muy demostrativa de lo que significa la representación del hombre vacío, del hombre que simplemente tiene en su yo el cuerpo, pero a la vez es también paradójica en la medida en que esa apariencia es igual de superficial y de vacía, porque simplemente es cuerpo, no hay un alma por dentro.

¿Qué piensa de los indignados?

Creo que es el conformismo absoluto. La ausencia total de reflexión y pensamiento. Basta leer el libro Indignaos, de Stéphane Hessel, para darse cuenta de que todo es un vacío. Lo único que hay es una reacción contra formas de poder pero desde el vacío. No hay contenido, sino simplemente una cosa revoltosa.

Pero hay unas razones reales, fenómenos de corrupción, gobernantes que toman decisiones que afectan a la gente. ¿O le parece que no?

Si, existen razones profundas. Pero no es un movimiento político y ese tipo de revueltas terminan siendo un fracaso. Son elementos superficiales y de corto aliento. Ese fue el caso del derrocamiento del coronel Gadafi: podía haber un régimen completamente tiránico, pero lo que hay hoy es absolutamente peor, porque está cargado de una anarquía que no tiene ningún contenido político.

Concluye usted en su libro que existe hoy un imperio de lo correcto “impuesto por unas minorías visibles”. ¿Qué quiere decir?

Que a las minorías se les empezó a dar una palabra que no tenían, pero a la vez se empezaron a construir en algo imposible de criticar. El hecho de que se constituyan como minorías las blinda frente a cualquier tipo de crítica o de opinión que disienta de lo que piensan. Se les da la palabra, pueden opinar, pero no son criticables.

En Francia la censura en ese sentido es total: no se puede opinar en contra de una minoría. La palabra de esas minorías es de alguna manera intocable.

Francisco Celis Albán Editor EL TIEMPO

Publicación eltiempo.com Sección Cultura y entretenimiento Fecha de publicación 9 de mayo de 2014 Autor FRANCISCO CELIS ALBÁN.

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13960796

 

La metáfora de la sociedad-red. Comunicación y poder, de Manuel Castells

·· en Comunicación, Crítica mediática, Internet, Lecturas, Medios de comunicación. ·

Manuel CastetllsManuel Castells ha escrito y publicado un nuevo libro Comunicación y poder[1]. Es un libro lúcido, que pretende la lucidez. Lucidez social -de todos- ante las nuevas modalidades del poder en nuestra sociedad; pero también, lucidez personal –de cada uno de nosotros- ante ese mismo poder.

Su propuesta, en este doble sentido, es una vía para la autonomía y la autoprogramación personal y social: “Participando en la producción cultural de los medios de comunicación de masas y desarrollando redes independientes de comunicación horizontal, los ciudadanos de la Era de la Información son capaces de inventar nuevos programas para sus vidas con los materiales de sus sufrimientos, miedos, sueños y esperanzas.” Sigue diciendo el autor, “si no conocemos las formas de poder en la sociedad red, no podremos neutralizar el ejercicio injusto de dicho poder; y si no sabemos exactamente quienes tienen el poder y dónde encontrarlos, no podremos desafiar su oculta pero decisiva dominación”.

Partiendo de este razonamiento genérico, Castells no sólo intenta señalar y examinar a quienes tienen el poder en nuestra sociedad mediática, sino que llega a proponer recomendaciones concretas a cada uno de nosotros, centradas sobre todo en la conexión entre Poder-Mente (Cf. este vídeo): “Examine sus interconexiones globales y sus operaciones locales. Identifique los marcos mentales en las redes que enmarcan su mente. Practique el pensamiento crítico cada día para ejercitar la mente en un mundo contaminado culturalmente, de la misma forma que ejercita su cuerpo para limpiarlo del veneno de nuestro entorno químico. Desconecte y reconecte. Desconecte lo que no entienda y reconecte lo que tenga sentido para usted”.

Pero, no basta con soluciones personales, como colectividad, como miembros de una sociedad que somos–siempre según Castells- también es preciso actuar: “la construcción independiente de significado, sólo puede llevarse a cabos si conservamos esos terrenos comunales que son las redes de comunicación que Internet ha hecho posible, una creación libre de amantes de la libertad. No será fácil porque quienes ostentan el poder en la sociedad red deben cercar la comunicación red mediante redes comercializadas y vigiladas con el fin de cerrar la mente pública programando la conexión entre comunicación y poder. (…) Sin embargo, la mente pública se construye mediante la interconexión de mentes individuales como la suya. Así que, si piensa de otra manera, las redes de comunicación funcionarán de otra manera, con la condición de que no sea usted solo, sino muchos, los que estemos dispuestos a construir las redes de nuestra vida[2].

Valores y contra-valores

Reordenando los diversos conceptos que Castells pone delante de nosotros, se reconstruye un modelo dicotómico que recoge valores y contravalores, “cierres” y “vías de acceso” a la libertad.

Fuente: http://jmtornero.wordpress.com/2009/12/08/la-metafora-de-la-sociedad-red-comunicacion-y-poder-de-manuel-castells/

Las Nuevas Ciudadanías

Las Nuevas Ciudadanías
A menudo escuchamos hablar de las nuevas ciudadanías, una tendencia que se esta imponiendo en la manera de ejercer la política, la participación, la protesta, y que se ha potenciado con las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación no tradicionales.

En efecto es un soplo de aire fresco en este mar de desinformación de los medios de comunicación tradicionales, de las clásicas maneras de hacer política mediocre, populista y clientelista, y que abre la posibilidad a miles de seres anónimos de expresar opiniones, hacer análisis, proponer iniciativas, o simplemente disentir en un escenario global y realmente libre.

Si las medimos por éxitos, en Colombia las llamadas “Nuevas Ciudadanías” han tenido victorias que no son mínimas, han logrado movilizar miles de estudiantes frente a reformas educativas, han movilizado a masas de inconformes sobre temas de derechos de autor y acceso a la información frente a otras reformas legislativas, y, con mayor polémica, han logrado crear una suerte de ola que proclama la revocatoria del Alcalde Mayor de Bogotá.

Sea cual sea el objetivo, lo gratificante de estos movimientos es que son la respuesta a lo tradicional, pues de una manera moderna, tecnológica y organizada los “nuevos ciudadanos” han hecho de las redes sociales y los nuevos canales de información y comunicación sus herramientas.

Como en el pasado se lograba con las imprentas clandestinas, los pasquines y los periódicos y revistas de disenso, hoy Twitter, Facebook, los Blogs y portales en manos de ciudadanos inquietos y con nuevas necesidades y objetivos han logrado incluso organizar verdaderas revoluciones y movilizaciones sociales como lo fue la Primavera Árabe.

Esperemos que las Nuevas Ciudadanías se sigan ejerciendo por esta vía, sean la respuesta a los excesos y desmanes de los demás actores sociales y, sobretodo, sean el mecanismo pacífico de expresar un voz de apoyo o protesta, de crear una movilización organizada y articulada, pero sobre todo que se conviertan en el verdadero “cuarto poder”, uno que lucha contra los medios de comunicación cooptados por el Estado, contra los políticos corruptos de antaño, y contra las injusticias sociales e inequidades que abundan en nuestro país.

@andresbarretog

Fuente: http://www.kienyke.com/kien-bloguea/las-nuevas-ciudadanias/

Ciudades Inteligentes

http://www.joinuptaxi.com/2013/07/12/las-ciudades-inteligentes-estan-aqui/ Las Ciudades Inteligentes están aquí!. Por Gustavo Viernes, 12 de julio de 2013 Sostenibilidad
¡Las Ciudades Inteligentes están aquí!

Una ciudad inteligente está planeada en función de sus habitantes, de sus necesidades: es una ciudad que crece con sus ciudadanos.

Hace años, cuando el concepto de “Ciudad Inteligente” comenzaba a escucharse, era fácil imaginar una ciudad oscura con robots entre nosotros, coches voladores, extraños trajes multi-funcionales, y unas gafas con acceso a todo a través de pantallas integradas.

Bueno… tampoco estábamos tan perdidos. Existen robots con los que “interactuamos”, hay ropa inteligente (monitoreo médico, biodegradable, contra picaduras de mosquito, con control térmico), y las súper gafas de Google Glass Project ya están a la venta. Lo de los coches voladores se ha retrasado, habrá que esperar.

Una ciudad inteligente no solo es una ciudad llena de sensores y cacharros llenos de luces. Es mucho más. Adapta el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, permite una gestión óptima de sus recursos y una mayor accesibilidad a servicios. Una Smart City mejora e integra los sectores y subsistemas de transporte (¡como nosotros!), educación, salud, seguridad, recreación, comercio y servicios públicos.

¡Pero! No hay ciudades inteligentes sin ciudadanos inteligentes. En este sentido, es necesario que exista colaboración y participación. Esto abre el panorama a proyectos que no necesariamente son tecnológicos, pero que sí son inteligentes y colaborativos (y con esto salvamos del concepto de “oscuro” la descripción futurista inicial): huertos urbanos, restauración de vías públicas, movimientos de creación, cultura libre.

El paso de la planeación a la realización ya se ha dado, las iniciativas están al alcance. Es momento de que realmente nos involucremos con los proyectos, e integremos estas posibilidades en el día a día.

Os estaréis preguntando “¿cómo se consigue pasta para todo el gasto que supone esto? ¿Más impuestos? ¡NO! Optando por medidas auto-gestionadas por los ciudadanos basadas en la confianza.

Ahora en Madrid está la exposición SmartCitizens en el CentroCibeles organizada por el Centro Nacional de Tecnologías para la Accesibilidad (CENTAC) y PaisajeTransversal. Su principal objetivo es hacer pedagogía urbana: conectar a los ciudadanos, compartir información y generar red.

¡Ah, se me olvidaba! ¿Sabéis cuál es otro de los principales elementos de las Smart Cities? Obvio… el smartphone. Así que ya lo sabéis, si viajáis en #TaxiCompartido desde vuestros smartphones y ahorráis dinero, podéis consideraros como ciudadanos inteligentes activos de una Smart City.

“Internet ha multiplicado la soledad”: Umberto Eco

“Internet ha multiplicado la soledad”: Umberto Eco

Umberto Eco (Alessandria, 1932) ha llegado a Burgos como el peregrino que remata su andadura en Santiago: con la sensación de haber cumplido una promesa. “Cuando tenía 20 años y preparaba mi tesis sobre estética medieval, veía que el modelo de los portales románicos que estudiaba eran las escenas del Apocalipsis de [las iglesias de] Castilla y León. Uno de los más bellos Apocalipsis se encontraba en Burgos, aunque ya no existe. Además, al escribir El nombre de la rosa tenía en mente la idea de un bibliotecario ciego también de Burgos, de Silos; es decir, todas mis fantasías han pasado por aquí”, cuenta satisfecho. El semiólogo recibió ayer en la Universidad de Burgos un doctorado Honoris Causa —“el 39º”, recuerda— en Historia Medieval.

El escritor, autor de ensayos sobre cómics y de novelas exitosas como la citada, de 1980, o El péndulo de Foucault (1989) —ejemplos de lo que los críticos han dado en llamar, no sin reparos por la contradicción, best sellers cultos—, aparenta veinte años menos y apenas si utiliza un bastón para apoyarse; de hecho, arrastra más las erres que las piernas. La víspera ha estado trepando por las escaleras de un archivo burgalés “donde se encuentran ejemplares con más de mil años de antigüedad, y sin embargo nadie es capaz de decirnos cuánto nos va a durar un USB…” La conversación va de la ceca a la meca y vuelve a las andadas, del libro al ciberespacio; a juzgar por las continuas referencias informáticas, podría deducirse que si tuviera que reeditar su clásico Apocalípticos e integrados (1964), el célebre ensayo sobre la comunicación de masas, podría renombrarlo Apocalípticos y enRedados. De la Galaxia Gutenberg a la Galaxia Internet, el semiólogo italiano teje una sutil tela de araña plagada de referencias librescas y detalles tecnológicos y de actualidad a los que solo pone un coto: ni una palabra sobre política italiana o la crisis europea.

Cosa extraña esta última, porque su discurso está empapado de un entusiasta fervor europeísta, aunque no deja de reconocer la crisis de ideas (o la lucha de tópicos) actual. “Sí, Europa está dividida en dos estratos: uno superior con una profunda identidad europea; usted lo sabe todo sobre el Fausto de Goethe, nosotros todo sobre Don Quijote, tenemos una cultura común. He encontrado hace poco una página bellísima de Proust, en el último volumen de En busca del tiempo perdido, cuando cuenta desde París la guerra contra los alemanes y cómo bombardeaban estos la ciudad, y sin embargo los personajes, que sabían que podían morir bajo las bombas, escribían artículos sobre Schiller. La clase intelectual (francesa), al margen de la guerra, continuaba sintiéndose europea. Esto no sucede con personas de otro medio intelectual, que no han comprendido todavía que tienen la suerte, por primera vez en cincuenta años, de no estar matándose entre ellos. En Europa han muerto 40 millones de personas. Pero la comodidad de atravesar las fronteras sin papeles ha hecho olvidar todo eso”.

Para forjar más Europa, Eco reivindica fórmulas de intercambio como el Erasmus. “Ha sido una gran idea, no solo porque ha permitido conocerse, e incluso casarse, a europeos de distintos países, y permitirá crear en las próximas décadas una clase dirigente al menos bilingüe… Pero fuera de ese nivel es muy difícil. En un congreso de alcaldes europeos en Florencia, propuse para los trabajadores [municipales] un intercambio parecido al Erasmus, y salió un alcalde de Gales, y dijo: “Me la sopla que uno de los míos vaya a Ámsterdam; en todo caso a Londres… (risas)”.

Hablando de Europa, resulta imposible sustraerse a la palabra crisis, aunque orille adrede lo político. ¿La crisis le sienta mal a la cultura, la perturba mucho o, al contrario, la espolea? “La cultura es una crisis continua. La cultura no está en crisis, es una crisis continua. La crisis es condición necesaria para su desarrollo”. ¿Y la mercantilización del producto cultural, o el riesgo de privatización del patrimonio? Es un fenómeno que en realidad tiene muchos siglos de antigüedad, recuerda Eco, en referencia al patrocinio privado de actividades culturales (la restauración del Coliseo romano por una firma de zapatos, o los palacios venecianos propiedad de grandes fortunas que exhiben su poderío y su logo): “Eso siempre ha existido. Virgilio era pagado por Augusto; Ariosto cobraba de un duque. De alguna manera, si yo hubiese vivido en el siglo XVII habría debido estado al servicio de un señor; hoy no, mi trabajo literario o docente me permite vivir. En este sentido, la cultura es hoy más libre. Todos los textos en el ochocientos se inician con una loa al señor, al rey, es como si hoy tuviese que encabezar todos mis libros con un elogio de Berlusconi (risas)… Es justo que una empresa colabore con fondos para restaurar el Coliseo de Roma…”

En sus múltiples escritos Eco ha dejado dicho que la verdadera felicidad es la inquietud por saber, por conocer. “Es lo que Aristóteles llamaba maravillarse, sorprenderse… La filosofía siempre comienza con un gran ohhh!” ¿Y el conocimiento es acaso como el viaje a Ítaca de Kavafis, un recorrido que no debe terminar jamás? “Sí, pero además el placer de conocer no tiene nada de aristocrático, es un campesino que descubre un nuevo modo de hacer un injerto; evidentemente, hay campesinos a los que esos pequeños descubrimientos procuran placer y a otros no. Son dos especies distintas, pero naturalmente depende del ambiente; a mí me inoculó el gusto por los libros de pequeño… Y por eso al cabo de los años soy feliz, y a veces infeliz, pero vivo activamente mientras que muchos viven como vegetales”.

Un bibliómano como Eco ha integrado la presencia de Internet en su vida diaria como en su día hiciera con el automóvil o el telefonino (que no suena ni una vez durante el encuentro): como un hecho consumado ni manifiestamente bueno ni todo lo contrario. “Internet es como la vida, donde te encuentras personas inteligentísimas y cretinas. En Internet está todo el saber, pero también todo su contrario, y esta es la tragedia. Y además si fuese todo el saber, ya sería un exceso de información… Si yo comienzo a estudiar en la escuela necesito un libro así [hace un apócope con las manos], no uno enorme, que no entenderé, a nadie se le ocurre darle la [Enciclopedia] Británica a un niño…”

Como investigador, Eco utiliza Internet como lo que considera que debe ser, una herramienta, y no un fin en sí mismo. Por tanto, no augura conflictos de intereses -ni de espacios- entre lo virtual y la realidad tangible del papel, bien sea prensa o un volumen de mil páginas. “Se puede leer Guerra y paz en ebook, obviamente, pero si lo has leído hace diez años, y lo retomas, el libro objeto te mostrará los signos del tiempo y de la lectura previa… Releerlo en un ebook es como leerlo por primera vez. Es una relación afectiva, como ver de nuevo la foto de la abuela (risas)… El libro como objeto continuará existiendo, de la misma manera que la bicicleta sigue existiendo pese a la invención del automóvil; es más, hoy hay más bicicletas que hace unos años. Lo mismo podemos decir del fin de la radio por culpa de la televisión…”.

“Internet es una cosa y su contraria. Podría remediar la soledad de muchos, pero resulta que la ha multiplicado; Internet ha permitido a muchos trabajar desde casa, y eso ha aumentado su aislamiento. Y genera sus propios remedios para eliminar ese aislamiento, Twitter, Facebook, que acaban incrementándola porque relaciona con figuras muchas veces fantasmagóricas, porque uno cree estar en contacto con una bellísima muchacha que en realidad resulta ser un mariscal de la Guardia Civil… (risas)”.

El doctor Honoris Causa se despide recomendando una lectura de prensa casi con lápiz y papel. “Los periódicos han perdido muchísimas funciones. Por la mañana lo hojeo rápidamente porque las noticias principales ya me las ha contado la televisión, pero continúa siendo importante por los editoriales, por los análisis, y es fundamental no leer uno, sino al menos dos cada día. Se debería enseñar a leer periódicos a la gente, dos o tres, para ver la diferencia entre las opiniones, no para conocer las noticias, eso ya nos lo dice la tele”.

La televisión, esa tele vulgarizada hasta el extremo por obra y gracia de ese Berlusconi de quien sigue resistiéndose a hablar más que de pasada, pero que vino a ser, en versión embrionaria, la gran revolución sociocultural que Internet fue después. “La televisión en Italia ha hecho mucho bien a los pobres, les ha enseñado un nivel estándar de idioma, y mal a los ricos, que se quedaban en casa en vez de ir a un concierto. Y no hablamos de ricos o pobres en función del dinero que tengan, sino de ideas, de ganas. La televisión en Italia ha enseñado a hablar a masas de campesinos, obreros, en la Italia unificada. Internet es lo contrario: a los ricos que lo saben usar, les va bien; los pobres, que no lo saben usar, no tienen capacidad para distinguir”.

(Con información de El País)

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/05/24/internet-ha-multiplicado-la-soledad-umberto-eco/

Democracia y TIC

Opinión |26 Ene 2013 - 11:59 pm. El Espectador - Colombia.

Rodrigo Uprimny

Por: Rodrigo Uprimny

¿Profundizan o no la democracia las llamadas nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), como la internet, los blogs o twitter?

La respuesta no es fácil, pues las TIC favorecen la participación ciudadana, pero (aunque no es una fatalidad) podrían deteriorar nuestra ya precaria deliberación pública. Sus efectos democratizadores podrían entonces ser ambiguos, pues una buena democracia requiere no sólo una amplia participación ciudadana, sino también una discusión pública y razonable de los asuntos comunes.

Esta discusión pública es esencial, pues favorece la toma de decisiones colectivas más racionales, justas y aceptables. El debate colectivo permite corregir errores, gracias al contraste entre argumentos enfrentados; y obliga a tomar en consideración las visiones e intereses de los otros, con lo cual las decisiones colectivas son más incluyentes.

Pero, para tener esas virtudes éticas y racionales, la discusión colectiva tiene que ser una verdadera discusión. No basta la simple presentación de opiniones y preferencias. Las personas deben ofrecer a favor de sus tesis argumentos que puedan ser controvertidos por quienes tienen visiones distintas; debe entonces existir un espacio público —como el ágora o plaza pública de la democracia ateniense— en donde los diversos argumentos puedan ser discutidos, evaluados y reevaluados.

Hoy cualquiera puede hacer trinos en twitter, o participar en un blog, o montar una página web, para divulgar sus ideas y confrontar las opiniones de otras personas. Las TIC favorecen entonces una mayor participación ciudadana. Pero ¿contribuyen a un mejor debate público? No es evidente, pues es difícil elaborar un argumento en los 140 caracteres de un trino, por lo que la mayor parte de las “discusiones” en twitter no son una confrontación racional de argumentos, sino que tienden a convertirse en la expresión de opiniones o de agravios personales. (Hablo de tendencia pues a veces se encuentran en twitter intercambios de trinos que pueden llevar a una sofisticada discusión colectiva; pero creo que es aún excepcional).

Los blogs permiten discusiones muy productivas, pero el problema es que casi todos tienden a agrupar personas con intereses y perspectivas muy semejantes. No hay verdaderamente en los blogs confrontación entre posiciones diversas, sino conversación entre semejantes.

Una participación ciudadana limitada, como en la democracia esclavista y patriarcal griega, es problemática, pues es elitista. Las TIC erosionan ese elitismo. Pero la falta de un ágora que permita una discusión pública de calidad entre visiones enfrentadas debilita las virtudes éticas y racionales de la democracia. Y hoy, como lo mostró Cass Sunstein en su libro Republic.com, el mundo virtual carece aún de un verdadero ágora, pues los cibernautas tienden a refugiarse en las redes con sus semejantes, desde donde atacan a quienes tienen opiniones distintas, pero sin que haya un debate de argumentos. Pero eso no es inevitable. El desafío es entonces construir uno o varios ágoras en el mundo virtual para aprovechas las potencialidades democráticas de TIC.

Tomado De: http://www.elespectador.com/opinion/columna-399271-democracia-y-tic